Para poder expresar correctamente la definición de un probiótico, será necesario retomar la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la que coincide también con las sociedades internacionales que explican que son microorganismos vivos que cuando se administra en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la persona que lo toma.
Con esta definición es posible vislumbrar tres aspectos importantes a cerca de los microorganismos vivos. En ese sentido, ya se han desarrollado distintas vías de discusión sobre este tema. Y es que para algunos expertos algunos de estos micro organismos no se podían considerar vivos por lo que los empiezan a llamar postbióticos o neurobióticos.
Estos nuevos conceptos han empujado a las organizaciones y a los expertos a tratar de redefinir lo qué es un probiótico, ¿Cuáles son las cantidades adecuadas? Y con base a esto, definir para que serán utilizados, por lo que surge la duda de: ¿Cuántas unidades formadoras de colonia se necesitan para poder tener un efecto beneficioso?, sin embargo, hoy en día aún no se tiene una respuesta concreta.
Los probióticos y su importancia en la microbiota
El tema de la microbiota ha evolucionado en los últimos años y es que anteriormente, el concepto de flora bacteriana o flora intestinal era el que prevalecía y del cual se conocía muy poco, por esta misma razón, lo que se sabía de la flora intestinal era muy limitado y las dudas eran muchísimas.
Para José Lorenzo García Carrasco, director comercial y asuntos médicos Biocodex, explicó durante el webinar “Probióticos: por qué es tan dinámico este mercado”, existen dos grandes parteaguas en la historia del microbiota, que fue el proyecto del genoma humano, donde se identificó y se confirmó que hay diez veces más genes en nuestra flora, en nuestro microbiota, que en las células humanas.
En la actualidad y después de todos los estudios que se han realizado, se ha podido demostrar que existen muchos probióticos a los que se les está encontrando una utilidad cada vez más especializada fuera del intestino. Por ello, hoy se puede hablar, por ejemplo, de un intestino cerebro, un intestino hígado o un intestino pulmón.
Alimentos funcionales: una alternativa para la salud
Una de las funciones principales de la flora del colon es la fermentación de los sustratos no digeribles de la dieta y del moco producido por el epitelio intestinal; originando efectos beneficiosos para el hospedero; por lo que es importante mantener las funciones de las bacterias beneficiosas del intestino del ser humano.
La interrelación de disciplinas como la Biología Molecular, la Biotecnología, la Informática, entre otras, con la Nutrición, permite a la industria alimentaria el desarrollo de nuevos productos con funciones adicionales a las del alimento original.
Del concepto de alimento sano, definido como un alimento libre de riesgo para la salud y que conserva su capacidad nutricional, su atractivo a los sentidos, su pureza y su frescura, se pasa al concepto de alimento funcional, descrito como alimento modificado, producto o ingrediente alimentario, capaz de proveer beneficios a la salud superiores a los ofrecidos por los alimentos tradicionales.
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